Llevábamos tiempo buscando un intercambio de casa en Málaga para alguna Semana Santa y al fin conseguimos uno simultáneo en el 2014 en un pueblo/urbanización a quince minutos al este de la capital, Cala del Moral. Cuando ya estábamos dispuestos a emprender el viaje, tuvimos que hospitalizar a mi madre y quedarnos en Logroño. La pareja de jubilados malagueños (en realidad argentino y canadiense) Héctor y Atalia con los que habíamos llegado al acuerdo vinieron esa Semana Santa y a pesar de nuestras ocupaciones con mi madre, pudimos atenderles debidamente. Como además de encantadores son una pareja muy viajera, fueron ellos los que insistieron en buscar unas fechas en que estuvieran de viaje para dejarnos su casa en Cala del Moral. Durante el mes de agosto intercambiaron casa con una pareja de Normandia y como les sobraba la penúltima semana del mes (del 15 al 24) nos preguntaron si nos venía bien y nosotros aceptamos encantados la oferta. Inesperadamente coincidimos con la feria de Málaga, de la que escribí un pequeño artículo en mi blog sPyP.
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