Tras el viaje de arquitectos a Los Angeles y Las Vegas en Semana Santa del 2004 nos quedamos con las ganas de visitar San Francisco y el Norte de California, así que cuando Christian y Jennie Barrer nos ofrecieron en intercambio su casa de Lodi, aceptamos encantados.
Lodi es una pequeña ciudad agrícola de unos 50.000 habitantes en el límite septentrional del valle de San Joaquín y al 40 millas al Sur de Sacramento, la vieja capital de California, así que además de visitar San Francisco un par de veces, nos movimos con facilidad hacia Sierra Nevada llegando hasta Reno (en Nevada), los valles del Gold Rush, el Yosemite Valley o el Parque de las Sequoias gigantes.
La casa de Lodi era la típica casa nueva americana, hecha con kits prefabricados de madera, perfectas instalaciones y gran garaje, emplazada en una de esas urbanizaciones prácticamente cerradas al resto de la ciudad y que sólo tienen un punto de entrada. Como anécdota de este intercambio decir que Chris y Jenni vinieron acompañados de otro matrimonio (Tom y Jeanne) y que como los cuatro eran vegetarianos y no alcohólicos, no fue fácil hacer con ellos la tradicional ronda de bienvenida por la calle Laurel de Logroño.
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